martes, 18 de junio de 2013

No me juzgues

No me juzgues. No me odies.
No me pongas la letra escarlata que no me corresponde.
No quieras que arda en la hoguera.

Sé que es lo más sencillo.
Puedes ver blancos y negros.
Y es difícil descubrir el gris en el que me muevo.

Sabes de engaños, de dolores, de traiciones.
De las mentiras que se dicen al caer la noche.
Y las verdades que se sienten al amanecer.

Contigo alguien se equivocó en otra vida,
y sigues maldiciendo a los pecadores,
culpando al protagonista y al invitado,
simplificando historias y sentimientos.

Aunque ese error ya sea pasado
y alguien consiguió que volvieras a confiar,
que creyeras en aciertos y en amores eternos.

No me juzgues. No me odies.
No creas que es sencillo para mí.
No pienses que no pienso.

Sé que no es fácil entenderme.
Que parece que no soy la misma,
que he perdido el norte y el alma,
que confundo sueños y besos.

Sabes de mis errores pasados.
Del corazón que me rompieron.
Y de los mil pedazos que todavía no pude juntar.

Intenta entenderme por favor.
Ponerte en mi piel, en mis pasos,
en mis lágrimas y en mis fracasos.
En los años que soñé con un beso.

Me conoces y sabes que no cambié.
Que sigues contando conmigo,
que sigo siendo tu amiga,
que no lo he confundido todo.

No me juzgues. No me odies.
No digas que no quieres escucharme.
No creas que soy feliz en sus brazos.
No pienses que olvido que ella existe.

Vértigo

7 comentarios:

Catadora de sabores dijo...

A veces lo más complicado es saber dónde estas para saber encontrarte.
Quizás sea por los pedazos que se perdieron en la última batalla y que no fuímos capaz de encontrar.

La única opción que queda es tener esperanza. En que las heridas por fin se borren y que en la próxima batalla el resultado sean tablas y nadie salga herido.

cuidate! muaka

Luis Cano Ruiz dijo...

Siempre he pensado que cuando todo termina, hacer juicios de valor resulta peligroso, dañino.

Es difícil no hablar, no reprochar, pero como dice Catadora, es la única manera de que las heridas no sigan sangrando.

Me gustó mucho el poema.

Cuídate.

Desconcierto dijo...

Creo que todo se resumiría en un
'vive y deja vivir'

Se intuye el vértigo en cada verso...hasta llegar a un gran final...

un beso



Anónimo dijo...

Quien nos quiere se da cuenta de que cambiamos, de que perdemos el norte, las coordenadas, la fe, y a veces un pedacito de alma. Quien nos quiere se da cuenta de que cambiamos...pero quien nos quiere DE VERDAD sabe el porqué.
Esencia solo hay una, y aunque la disfracemos quien nos conoce de verdad la sigue viendo… es más, pasada la tormenta nos la recuerda. Pasada la tormenta nos guarece de la noche recordándonos que somos luz.
Precioso poema, tiene una musicalidad y un ritmo fabulosos .Me ha tocado muchísimo.
Un abrazo inmenso!!!

laespumabajollave dijo...

Me encanta esta parte:
"Intenta entenderme por favor. Ponerte en mi piel, en mis pasos, en mis lágrimas y en mis fracasos. En los años que soñé con un beso."

Y entenderse solo es un pequeño esfuerzo, para los pequeños/grandes efectos que genera...

Abrazos

Óscar Sejas dijo...

Las heridas cicatrizan aunque la memoria pese.

No se puede hacer más que seguir, aunque cueste olvidar, aunque las preguntas nos atosiguen.

Estoy con Ladrón, es mejor no hacer juicios de valor de ningún tipo.

Abrazos.

Ehse dijo...

Me gusta mucho la segunda estrofa, porque es cierto, mientras todo se siga juzgando en blanco o negro, no vamos a llegar a ninguna verdad. Seguiremos dando vueltas en los mismos errores de siempre.

Un abrazo!